Para ello, se recitaron poemas como el "Romance de la luna, luna" o el "Romance de la pena negra", y se interpretaron canciones con acompañamiento musical de violín, como el "Zorongo gitano" y "La Tarara". Por supuesto que, tratándose de Lorca, no podía faltar el teatro... La tragedia "Bodas de sangre" también estuvo presente a través de la dramatización de una escena de gran intensidad lírica.
En su juventud, Federico García Lorca deja Granada para abrirse al mundo y convertirse en artista, llegando al público a través de todos los sentidos. Este músico que luego se convirtió en poeta conjuga a la perfección el lenguaje poético con el lenguaje musical. La fusión le lleva a mezclar géneros literarios, de ahí que sus piezas teatrales rebosen de lirismo y su poesía sea intensamente dramática.
En esta inspiración artística también estuvo presente la vena pictórica de Federico García Lorca: algunos de los dibujos más representativos del poeta fueron reproducidos en vivo durante la interpretación de las canciones y los poemas.
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