paseamos después por el palacio de la condesa de Belflor en El perro del hortelano (Lope de Vega) y escuchamos a sus personajes declamar en verso;
a continuación nos asomamos a un pueblo andaluz para escuchar una disputa divertida entre novios en el Ganas de reñir (Hnos. Álvarez Quintero).
También en una Andalucía rural y machista La casa de Bernarda Alba (F. García Lorca) nos llenó de falsos prejuicios
y, finalmente, acabamos en medio de una conversación absurda entre Paula y Dionisio en Tres sombrero de copa (Miguel Mihura).
Después de esta actividad, llegamos a la conclusión de que la parodia, la comedia de enredo, el sainete, una tragedia rural o el teatro del absurdo pueden llevar al espectador a emocionarse, a la risa o incluso al llanto; en fin, a vivir con más intensidad.
Eva Guerra.
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